Columna económica en el programa radial "Código de Barras" por Frecuencia Zero FM 92.5
Cepo, devaluación y ajuste
Los “programas económicos” para el 11 de diciembre
Se cierra una semana “caliente”. Por primera vez se abrió el debate acerca de qué va a pasar cuando asuma el nuevo gobierno. En realidad, el “fuego” lo había abierto la semana pasada Guillermo Nielsen, el candidato a jefe de gobierno massista en la Ciudad, al tener el “sincericidio” de decir: “cualquiera sea el presidente, va a tener que devaluar”. El problema es que esa frase de Nielsen, reflejando lo que se está diciendo en sordina entre los economistas tanto de Macri, Massa o Scioli, no era “políticamente correcta”. Inmediatamente salió el propio Massa a desmentirlo, seguido por Lavagna y Pignanelli, sobre todo este último, transformado en vocero económico oficial del tigrense. Nielsen se llamó a silencio, pero el mal quedaba hecho.
Luego vino el plato fuerte.
Ahora dicho por el propio candidato. Macri anunció que, apenas asumiera, terminaría con el cepo cambiario. Uno de sus economistas “estrella” Carlos Melconián, trató de bajar los decibeles, sosteniendo que sólo se trataba de una “frase” o expresión política, y que “el día siguiente a la asunción” quería decir un período relativamente corto de tiempo. Y que no debía ser tomado textualmente. El gobierno, a través de Vanoli y de Kicillof, cazó la oportunidad al vuelo y salió a pegarle: “están por una super-devaluación y ajuste”. Los economistas de Massa, un poco demagógicamente, vieron también una oportunidad de levantar un poco a su alicaído candidato y salieron en la misma dirección. Claro que, para cubrir su “prestigio profesional” tuvieron que salir a decir que ellos también tenían un plan para salir del cepo, “a 100 días”, con un plan de 10 medidas, que no terminaron de explicitar.
Más allá de los dichos de Kicillof y Vanoli, los economistas que orbitan cerca de Scioli también reconocen que hay que “salir del cepo”. Los tres “presidenciables” estarían entonces en línea con que, dado que el gobierno de Cristina estaría dejando una herencia complicada (más allá que la llamemos “plan bomba” o no, como hacen en la UIA), no quedaría otra cosa que un programa que apuntaría a tratar de desarmar el cepo y sincerar el tipo de cambio. Y, aunque no lo dicen, ajustar.
Macri es quien lo dice más explícitamente. Guillermo Calvo, invitado a un simposio por Rogelio Frigerio (Presidente del Banco Ciudad) insiste en la misma dirección: haría falta un shock de confianza. El programa, implícito, pero que empieza a tomar forma seria:
- Abrir más o menos rápidamente el cepo en todas sus formas (libre compra venta de divisas, liberación de trabas a las importaciones y volver a permitir la remisión de utilidades por parte de las transnacionales a sus casas matrices)
- Ir a un ajuste del gasto (sin tener todavía claridad cómo se haría)
- Pagar, renegociar, resolver lo más rápidamente posible el tema de los holdouts, empezando por pagar el fallo de Griesa.
- Esperar un ingreso lo más rápido posible de capitales, a partir de ese shock de confianza.
- Mientras tanto, volver a tomar deuda en los mercados de capitales (o sea retomar con fuerza el reendeudamiento).
Seamos claros: esto es lo que, con sus más y sus menos, piensan hacer tanto los sciolistas, como los macristas o massistas. Parten de la base que esa es la forma de arreglar los desbarajustes que deja el kirchnerismo.
Mi opinión: ciertamente el kirchnerismo “trabaja” para dejar una bomba, con una lista de vencimientos a explotar en el futuro próximo. Llámese deuda, caída de reservas del Central, o peso sobrevaluado. Pero una salida de izquierda, a favor de los trabajadores, debe partir de un punto radicalmente distinto: ni “liberación de los mercados, superdevaluación y ajuste”, ni un cepo que sólo sirve para perseguir al que necesita comprar 100 dólares y dejar fugar millonadas por mecanismos como el dollar-linked, el contado con liqui, o, directamente con las exportaciones que sin control salen a beneficio de Nidera, Dreyfuss y sus amigos.
El camino, que ya desarrollaremos en otras notas, es un programa diferente, que arranca por no pagar la deuda externa, y, en el famoso tema del Cepo, nos obliga a hablar de la nacionalización del comercio exterior y la banca…Pero de eso hablaremos mañana.